domingo, 1 de febrero de 2009

MITOLOGIA GUATEMALTECA

MITO GUTEMALTECO DE LA CREACIÓN

Esta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo estaba en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo.
Ésta es la primera relación, el primer discurso.
No había todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas, ni bosques: solo existía el cielo.
No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en calma y el cielo en toda su extensión. No había nada junto, que hiciera ruido, ni cosa alguna que se moviera, ni se agitara, ni hiciera ruido en el cielo.
No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de existencia.
Solamente había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules, por eso se les llama Gucumatz. De grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza. De esta manera existía el cielo y el Corazón del Cielo, que éste es el nombre de Dios. Así contaban.
Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la oscuridad, en la noche, y hablaron entre si Tepeu y Gucumatz. Hablaron pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento. Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer el hombre. Entonces dispusieron la creación de los árboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y la creación de hombre. Se dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán. El primero se llama Caculhá Huracán. el segundo es Chipi-Caculhá. El tercero es
Raxa-Caculhá. Y estos tres son el Corazón del Cielo.
Entonces vinieron juntos Tepeu y Gucumatz; entonces conferenciaron sobre la vida y la claridad, como se hará para que aclare y amanezca, quien sera el que produzca el alimento y el sustento.
¡Hágse así! ¡Que se llene de vacío! ¡Que esta agua se vacie y desocupe [el espacio], que surja la tierra y que se afirme! Así dijeron . No habrá ni gloria ni grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado. Así dijeron.
Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en verdad como se hizo la creación de la tierra : ¡Tierra!, dijeron, y al instante fue hecha. Como neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación, cuando surgieron del agua las montañas.
Solamente por un prodigio, sólo por arte mágica se realizó la formación de las montañas y lo valles; y al instante brotaron juntos los cipresales y pinares en la superficie.
Y así se llenó de alegría Gucumatz, diciendo: - ¡Buena ha sido tu venida, Corazon del Cielo; tú, Huracan, y tú, Chipi-Caculhá, Raxa-Caculhá!
- Nuestra obra, nuestra creación será terminada, contestaron.
Así fue la creación de la tierra, cuando formada por el Corazón del Cielo, el Corazón de la tierra, que asi son llamados los que primeros la fecuendaron, cuando el cielo estaba en sus penso y la tierra se hallaba sumergida dentro del agua.
De esta manera se perfeccionó la obra, cuando la ejecutaron después de pensar y meditar sobre su feliz terminación.

DIOSES EGIPCIOS

El panteón Egipcio es uno de los más imponentes del Mundo. En el antiguo Egipto hubo multitud de Dioses; algunas divinidades fueron creadas fusionando las características de varios dioses.Para los antiguos egipcios, el Ka de los dioses residia en la tierra, en las imágenes de sus templos, y había que venerarlas. Para eso, rogaban, bailaban, cantaban y les llevaban ofrendas de objetos valiosos y alimentos.

Durante más de tres mil años de la Historia del Antiguo Egipto, la religión apenas evolucionó. Sin embargo, en algunos períodos, ciertos dioses se volvieron predominantes mientras que otros pasaban a un segundo plano pues, cada culto, era originario de una región diferente, y la importancia de cada dios también variaba según la influencia de dicha región en el resto de Egipto. Akenatón, conocido modernamente como el faraón herético, impuso, durante su corto reinado, un culto monoteísta o henoteista centrado en la veneración del disco solar: Atón.
Los dioses eran seres invisibles, generalmente, como Horus aunque podían encarnarse en seres
tangibles, como el Faraón o ser el Ka de ciertos animales, como el toro Alpis.
Los dioses más importantes del Imperio Nuevo fueron: Ptah, Amón y Rá.

Akenatón: llegó al trono con el mismo nombre de nacimiento que su padre: Amenhotep, transcrito Amen-Hotep, que en el antiguo idioma egipcio significa "Amón está satisfecho", útil a Atón" o "que agrada a Atón".

Lo que se sabe ciertamente, de los restos encontrados en los distintos sitios arqueológicos que comprende este período, es que el reinado de Ajenatón tuvo una duración aproximada de 17 años. Después del decimoséptimo año de reinado, cesan todas las etiquetas de las anforas y demás enseres de los palacios y almacenes reales; es decir que no se han encontrado hasta el momento, alguna referencia al reinado de Ajenatón pasado dicho año en ningún utensilio o cerámica. Cabe aclarar que el sistema cronológico egipcio se basaba exclusivamente en el año de reinado del faraón de turno. Así todos los sucesos registrables por los escribas se databan como (...) el año tercero de su majestad (...)
Existe un hiato todavía no resuelto por los historiadores y egiptólogos en cuanto a si la duración del reinado incluye o excluye el período de corregencia. Mientras algunos estudiosos consideran que el periodo de 17 años es de reinado en solitario de Ajenatón, otros historiadores ponen en duda tal afirmación ya que consideran el período de corregencia de Ajenatón con su padre como parte integrante del lapso de 17 años.
Durante los primeros cinco años de su reinado no acaeció ningún problema, se estaba gestando el
cambio. Se mantuvo en Tebas, y levantó varias construcciones. Entre las obras edificadas en este periodo ya surgen algunas dedicadas a Atón, simbolizado por el disco solar, y como novedad artística:la nueva técnica de utilizar bloques pequeños de piedra caliza, que facilitaba su transporte y construcción.

Forma Religiosa:
Atonismo

Antecedentes:

Desde los inicios del Egipto faraónico, la religión ha variado constantemente amoldándose a diversos factores de caracter histórico que tanto social como culturalmente influenciaban la vida espiritual de los antiguos egipcios.
Dentro del panteón egipcio, conforme a la sucesión de las distintas dinastías egipcias, los centros de poder e influencia también sufrían desplazamientos y con ello también llevaban efectos en la vida espiritual. Así una dinastía con sede en Menfis, resdiencia del Dios Ptha se elevaba en preferencia por sobre el resto de las deidades del panteón egipcio. Esto presuponía una suerte de preferencia en la asignación de recursos (tierras, ganado, siervos, etc.) por sobre el resto de los dioses (y sus respectivos templos y clero). Y así ha existido en toda la historia egipcia una suerte de sucesión de preferencias de un dios por sobre el resto de los dioses.
A finales de la Dinastia XVII, estando el país todavía dividido por la invasión y sometimiento de los hicsos, los príncipes tebanos toman la iniciativa expandiendo las fronteras bajo su mando hasta liberar completamente el territorio egipcio. La reunificación del reino del Alto y Bajo Egipto en una sola corona se efectuó bajo el comando de los príncipes de Tebas y guiados espiritualmente bajo la tutela del dios Amón de tebas, con sus centros espirituales de Luxor y Karnak.
Así, el culto y el clero de Amón, toman su sitial dorado de prevalencia en el panteón egipcio y se transforma en el Dios de la Victoria. El impulso guerrero no se acabó con la expulsión de los hicsos, sino que continuó con al expansión de las fronteras con la conquitas de Palestina, Fenicia y Siria, en lo que se denomina el Imperio Nuevo.
Los gobernantes de la dinastia XVIII, con Amón a la cabeza, convirtieron a Egipto en el primer imperio mundial que se tenga registro histórico. Cada nueva conquista, sea de Nubia, Fenicia, Palestina, etc., el agradecimiento a Amón se traducía en nuevas obras en los templos, como son los sucesivos agrandamientos en los pilonos de los templos de Karnak. Claro está que el culto y el clero de Amón recibieron un trato preferencial como nunca hasta entonces recibió algún dios o diosa egipcia.


EL MITO CASTELLANO DE EL BÚ


En la mitología Castellana este ser llamado EL BÚ se decia que era para asustar a los chicos que se portaban mal y que también no querían hacer caso a sus padres, sin embargo este es un ser ficticio.

sábado, 31 de enero de 2009

LOS MITOS HOMÉRICOS Y ÓRFICO DE LA CREACIÓN

Algunos dicen que todos los dioses y todas las criaturas vivientes surgieron del Océano que circunda al mundo y que Tetis fue la madre de todos sus hijos. Pero los órficos dicen que la Noche de alas negras, diosa por la que incluso Zeus sentía un temor reverente, fue cortejada por el Viento y puso un huevo de plata en el seno de la Oscuridad; y que Eros, a quien algunos llaman Fanes, salió de ese huevo y puso el Universo en movimiento. Eros tenía doble sexo y alas doradas y, como cuatro cabezas, a veces mugía como un toro o rugía como un león, y otras veces silbaba como una serpiente o balaba como un carnero. La noche que le dio el nombre Ericepayo y Protógeno Faetonte vivía en una cueva con él y se manifestaba en forma de tríada: La Noche, El Orden y La Justicia. Delante de esa cueva se sentaba la ineludible madre Rea tocando un tambor de latón para captar la atención de los hombres sobre los oráculos de la diosa. Fanes creó la Tierra, el Cielo, el Sol y la Luna pero la diosa triple goberno el universo hasta que su cetro pasó a Urano.

EL MITO PELASGO DE LA CREACIÓN

En el principio Eurínome, la Diosa de Todas las Cosas, surgió desnuda del Caos, pero no encontró nada sólido en qué apoyar los pies y, en consecuencia, separó el mar del firmamento y danzó solitaria sobre sus olas. Danzó hacia el sur y el viento puesto en movimiento tras ella pareció algo nuevo y aparte con que poder empezar una obra de creación. Se dio vuelta y se apoderó de ese viento norte, lo frotó entre sus manos y he aquí que surgió la gran serpiente Ofión. Eurínome bailó para calentarse, cada vez más agitadamente, hasta que Ofión se sintio lujurioso, se enroscó alrededor de los miembros divinos y se ayuntó con la diosa. Ahora bien, el viento Norte, también llamado Bóreas, fertiliza; por ello las yeguas vuelven con frecuencia sus cuartos traseros al viento y paren potros sin ayuda de un semental. Así fue como Eurínome quedó encinta.
Luego asumió la forma de una paloma aclocada en las olas, y a su debido tiempo puso el Huevo Universal. A petición suya Ofión se enroscó siete veces alrededor de ese huevo, hasta que se empolló y dividió en dos. De él salieron todas las cosas que existen, sus hijos: el Sol, la Luna, los Planetas, las Estrellas, la Tierra con sus Montañas y Ríos, sus Árboles, Hierbas y Criaturas Vivientes.
Eurínome y Ofión establecieron su residencia en el monte Olimpo, donde él irritó a la diosa pretendiendo ser el autor del Universo. Inmediatamente ella se golpeó la cabeza con el talón, le arrancó los dientes de un puntapié y lo desterro a las oscuras cavernas situdas bajo la tierra.
A continuación la diosa creó las siete potencias planetarias y puso una Titánide y un Titán en cada una: Thía e Hiperión para el Sol; Febe y Atlante para la Luna; Dione y Crío para el Planeta Marte; Metis y Ceo para el Planeta Mercurio; Temis y Eurimedonte para el Planeta Júpiter; Tetis y Océano para el Planeta Venus; Rea y Crono para el Planeta Saturno. Pero el primer hombre fue Pelasgo, progenitor de los Pelasgos; surgió del suelo der Arcadia, seguido de algunos otros, a los que enseñó a construir chozas, alimentarse de bellotas y coser túnicas de piel de cerdo como las que la gente pobre lleva todavía en Eubea y Fósida.